Misterios de Catalunya " La casa Monster"
En las faldas del Farell, ya casi a las afueras de Caldas de Montbui, se encuentra la llamada " Casa Monster".
Desde mi adolescencia siempre la e conocido por ese nombre, y la historia que llegó a mis oidos y que se a mantenido en mi recuerdo es la que os contaré a continuación, dejando claro que no se si esos fueron los echos que sucedieron en realidad, y me queda pendiente investigar un poco mas sobre este lugar.
Este edificio fue construido como fabrica en la epoca en la que estavan de moda los adoquines, parece ser que habia bastante faena, hasta que dejó de haberla...
En ese momento, como suele pasar cuando una empresa que mantiene a parte de la población desaparece, las familias también desaparecen. Pero avezes pasa, que la idea de quedarse sin nada y tener que empezar de nuevo, es demasiado pesada, y algunas personas encuentran otra via de escape para uir de sus problemas, la muerte, mas concretamente el suicidio.
Pues se decía que una persona habia decidido ahorcarse dentro de la fábrica, mas concretamente en el tragaluz de los escalones principales que llevan a hasta la tercera planta. Y que esa alma en pena se quedó inebitablemente bagando por el edificio, tentando de vez en cuando a alguna visita a acompañarle.
Este no fue el único suicidio cometido en dicho lugar, pues una joven quiso tomar el mismo camino años mas tarde, y encontraron su cuerpo colgando tras buscarla por todos lados.
La verdad es que ya solo el camino que te lleva hasta allí es como menos tenebroso. Recorres unos quince minutos de adoquines antiguos, perfectamente puestos, con maleza a ambos lados, que va cerrando y abriendo el camino a su antojo. Cuando yo visitaba aquel lugar habitualmente, no le daba importancia a las leyendas ni al peligro que suponía el simple echo de estar en un lugar que se cae a pedazos. Pero me paseaba por allí como Pedro por su casa, entrando en todas las habitaciones, subiendo y bajando plantas pasando por escaleras muy muy echas polvo. Y claro, intentando alcanzar el resto de soga que quedaba en el techo del tragaluz de esas escaleras, apoyándome en una barandilla que se aguantaba por un susto. Si lo pienso ahora, raro es no haberme matado yo también en aquéllos tiempos...
La cosa es que es un edificio en el cual si te plantas frente a el y te quedas en silencio, te da la sensación de que sigue vivo. Por suerte no recuerdo haberme sentido amenazada nunca estando allí, pero al ir recientemente me despertó un respeto, respeto que me invitaba a entrar por el único hueco que encontré, pero preferí dejarlo para la próxima visita, que no iré acompañada de mis perritos.
Como e dicho no se si la historia es real, y buscaré información sobre el tema, os voy contando!!