Nos decidimos en casa por darle algo más de vidilla a las salidas y rutas que hacemos, añadiendo a la familia un detector de metales.

Por el momento se a utilizado en un par de ocasiones, y las zonas a las que e ido a probarlo eran mas bien neutras, considerando que en varias localizaciones no te puedes ni acercar con un detector, por eso de las sanciones... en fin.

Es muy emocionante aprovechar el paseo rescatando objetos que llevan enterrados mucho tiempo. Escuchar el pitido hace que se active el modo explorador al instante!

Además de la foto de mi primera moneda, ( de diez céntimos ) nada especial, en la misma zona encontré una de cinco pesetas. Y el resto de objetos fueron casquillos de escopetas de caza, algún otro algo mas pequeño, o mas antiguo. También arandelas, chapas, latas, papel de plata, tornillos e incluso parte de un carburador.

Ya se sabe que la mayor parte de cosas desenterradas serán basura, y que todo se recoge para así contribuir haciendo limpieza. Pero estoy segura que el detector nos va a descubrir muchas maravillas antiguas!